Salvador está emocionado por poder cumplir su sueño de estar en un juego inaugural
SUPRISE.- Sus compañeros cuando lo llaman lo hacen por su apodo, “Niño”, pero de niño pocos rasgos le quedan a Salvador Pérez, el receptor que sobresale por su tamaño, musculatura y talento dentro de la novena de los Reales de Kansas City.
A Pérez le gusta ese mote, pues fue así como lo bautizaron el día que debutó en Grandes Ligas, el 10 de agosto de 2011, a los 21 años de edad.
“Creo que de aquí a que me retire me van a estar llamando el ‘Niño’”, dijo sonriendo el venezolano, quien en vez de jugar con carritos y GI Joes, como lo hacía cuando de verdad era un niño, ahora actúa como protagonista de los partidos de beisbol en las mayores.
Para él, sin embargo, todo sigue siendo un juego, y por ello no pierde el entusiasmo ni la emoción de agarrar su mascota, una pelota o un bate cada día, saltar al terreno y jugar pelota, como en sus tiempos libres de chico lo hacía en su natal Valencia.
Pérez, quien viene de ser distinguido como novato del año en la temporada venezolana con los Tiburones de La Guaira, sabe que ahora su juego tiene una responsabilidad, la responsabilidad del trabajo, de cumplir para lo que se le paga. Eso lo ha llevado a cambiar un poco su mentalidad con respecto a cuando era un infante, pero sin perder la inocencia.
“Uno sabe que esto es un trabajo, pero no lo puede ver así, porque entonces le comienzas a perder el cariño y la emoción”, aseguró en el complejo primaveral de los Reales, en Surprise, Arizona, luego de terminar su entrenamiento del día.
Desde el vamos
El venezolano ya ha tenido experiencia en Grandes Ligas, lo que ya no lo hace un novato, pero este será el primer año que tenga la oportunidad de comenzar una campaña desde el día inaugural, situación que lo tiene contento y emocionado, casi como cuando era un niño y recibía un juguete nuevo.
“Creo que será un sueño hecho realidad estar en el opening day quetchando, porque es algo con lo que siempre he soñado”, aseguró el receptor, quien durante esta temporada será el encargado de guiar a tiempo completo al staff de pitcheo de los Reales.
Aguantar los rigores de una campaña entera en las mayores, detrás del home, no es una tarea fácil; sin embargo, para mantenerse en un alto nivel y lograr el éxito deseado, sin desgastarse antes de llegar al final de la temporada, se ha preparado a conciencia.
Él llegó al spring training en enero y desde ese mes ha estado entrenándose en el complejo de los Reales de Kansas City, luego de haber jugado en el invierno con los Tiburones, en Venezuela, y de asistir con Venezuela al Clásico Mundial de Beisbol.
El objetivo de Pérez, más allá de ponerse en forma para la temporada, era aprender también de sus nuevos compañeros, de los hombres a los que le tocará guiar cuando esté detrás del home, como a James Shields, Ervin Santana y Wade Davis.
“Estoy demasiado contento porque son de los mejores pitchers en la liga. Creo que este año sí tenemos la posibilidad, vamos a trabajar duro, no podemos confiarnos y vamos a hacer el trabajo día a día”, dijo el espigado Salvador.
“Nos estamos conociendo. Me han dicho cómo les gusta pitchar y en qué situaciones: con hombres en las bases, y qué es lo que a ellos les gusta tirar con dos strikes. Estamos en buenas comunicaciones”, agregó el receptor carabobeño, quien el año pasado ligó para .301 en 76 juegos con los monarcas en la Liga Americana.
A Pérez le gusta ese mote, pues fue así como lo bautizaron el día que debutó en Grandes Ligas, el 10 de agosto de 2011, a los 21 años de edad.
“Creo que de aquí a que me retire me van a estar llamando el ‘Niño’”, dijo sonriendo el venezolano, quien en vez de jugar con carritos y GI Joes, como lo hacía cuando de verdad era un niño, ahora actúa como protagonista de los partidos de beisbol en las mayores.
Para él, sin embargo, todo sigue siendo un juego, y por ello no pierde el entusiasmo ni la emoción de agarrar su mascota, una pelota o un bate cada día, saltar al terreno y jugar pelota, como en sus tiempos libres de chico lo hacía en su natal Valencia.
Pérez, quien viene de ser distinguido como novato del año en la temporada venezolana con los Tiburones de La Guaira, sabe que ahora su juego tiene una responsabilidad, la responsabilidad del trabajo, de cumplir para lo que se le paga. Eso lo ha llevado a cambiar un poco su mentalidad con respecto a cuando era un infante, pero sin perder la inocencia.
“Uno sabe que esto es un trabajo, pero no lo puede ver así, porque entonces le comienzas a perder el cariño y la emoción”, aseguró en el complejo primaveral de los Reales, en Surprise, Arizona, luego de terminar su entrenamiento del día.
Desde el vamos
El venezolano ya ha tenido experiencia en Grandes Ligas, lo que ya no lo hace un novato, pero este será el primer año que tenga la oportunidad de comenzar una campaña desde el día inaugural, situación que lo tiene contento y emocionado, casi como cuando era un niño y recibía un juguete nuevo.
“Creo que será un sueño hecho realidad estar en el opening day quetchando, porque es algo con lo que siempre he soñado”, aseguró el receptor, quien durante esta temporada será el encargado de guiar a tiempo completo al staff de pitcheo de los Reales.
Aguantar los rigores de una campaña entera en las mayores, detrás del home, no es una tarea fácil; sin embargo, para mantenerse en un alto nivel y lograr el éxito deseado, sin desgastarse antes de llegar al final de la temporada, se ha preparado a conciencia.
Él llegó al spring training en enero y desde ese mes ha estado entrenándose en el complejo de los Reales de Kansas City, luego de haber jugado en el invierno con los Tiburones, en Venezuela, y de asistir con Venezuela al Clásico Mundial de Beisbol.
El objetivo de Pérez, más allá de ponerse en forma para la temporada, era aprender también de sus nuevos compañeros, de los hombres a los que le tocará guiar cuando esté detrás del home, como a James Shields, Ervin Santana y Wade Davis.
“Estoy demasiado contento porque son de los mejores pitchers en la liga. Creo que este año sí tenemos la posibilidad, vamos a trabajar duro, no podemos confiarnos y vamos a hacer el trabajo día a día”, dijo el espigado Salvador.
“Nos estamos conociendo. Me han dicho cómo les gusta pitchar y en qué situaciones: con hombres en las bases, y qué es lo que a ellos les gusta tirar con dos strikes. Estamos en buenas comunicaciones”, agregó el receptor carabobeño, quien el año pasado ligó para .301 en 76 juegos con los monarcas en la Liga Americana.